El viajero Marco Polo: De Buenos Aires a la tierra de los duendes - 2 - Bariloche

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viernes, 17 de mayo de 2013

De Buenos Aires a la tierra de los duendes - 2 - Bariloche

Lago Mascardi
Lago Mascardi
Como les contaba en la entrada anterior, seguimos con el relato, llegando a Bariloche.
Por supuesto que no es necesario empezar el viaje por esta ciudad, pero para el que no conoce la zona, recomendaría un primer acercamiento desde aquí.
Bariloche está ubicado en la costa sur del Lago Nahuel Huapi. Desde aquí se llega facilmente a Villa La Angostura, en la costa norte del lago, a 90 km y más hacia el sur, a El Bolsón, a 125 km y bla, bla, bla.
En internet hay miles de sitios que hablan de Bariloche, nos dicen donde ir, donde dormir, que comer y todo lo que hace falta para pasarla bien, mucho mejor de lo que yo lo haría.
Por eso, como no es mi intención hacer lo mismo y mal, prefiero describir una excursión que, para mí, es una de las mejores de la zona, el paseo en barco a Puerto Blest.
Este puerto, se encuentra en el Brazo Blest, uno de los siete brazos del Nahuel Huapi, el más occidental y casi en el límite con Chile, en plena selva valdiviana.
De hecho, cuando hicimos la excursión, muchos chilenos hacían el viaje para volver a su país, haciendo etapas en barco, por lagos argentinos y chilenos y otras en micro.

Lago Nahuel Huapi en otoño
Lago Nahuel Huapi en otoño
El viaje comienza en Puerto Pañuelo, a unos 25 km del centro de la ciudad, desde donde parte el barco, les recomiendo elegir un día soleado, (en otoño los colores del paisaje y el clima son muy buenos por estas latitudes) y viajar en la cubierta, donde los va a acompañar una bandada de gaviotas, esperando algo de comer y si tienen suerte conseguir que les saquen alguna galletita de la mano, (y les dejen la mano), disfrutando del azul incomparable del lago, rodeado de frondosas elevaciones que caen a pico al agua, formando una grieta que alcanza una profundidad de unos 400m.
Al entrar al brazo Blest, sonará la sirena del barco, saludando al pasar frente al islote Centinela, la tumba del Perito Moreno, fundador, impulsor y generoso creador del Parque Nacional Nahuel Huapi, gracias a su donación de tierras, otorgadas como premio por el gobierno.
Al llegar al puerto, comenzamos a subir los 700 escalones que nos llevarán a la Laguna de los Cántaros, que da origen a la cascada del mismo nombre, una serie de saltos que se pueden disfrutar desde los miradores que encontramos en el sendero.
La excursión puede continuar en un corto viaje en ómnibus, hasta el Lago Frías, de un verde increíble, alimentado por los glaciares del Cerro Tronador.

Recomiendo sin interés comercial alguno, que al volver, pasen por la casa de té Pailacó, en la Península de San Pedro, donde la única contra es que si van en baja temporada, se reduce la oferta de postres, tortas y scones que ofrecen, en un lugar cálido y con una vista espectacular del lago.
Quiero volver!



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